Exopolítica: ¿nuevo mito?

  Vivimos en un mundo de novedades como nunca había ocurrido antes en la historia. La ciencia y la tecnología nos sorprenden a cada rato con sus fantásticas descubrimientos e invenciones: trasplantes, clonaciones, ingeniería genética, nanotecnología, ordenadores superinteligentes y un largo etcétera. Y en el campo de las ciencias sociales no podía ser distinto: ha surgido una nueva rama, la Exopolítica que, según Michael Salla Ph D, uno de sus creadores se propone nada menos que establecer las reglas y criterios para el contacto con civilizaciones no humanas del Cosmos. Para los teóricos de esta pretendida nueva ciencia la evidencia sobre la presencia extraterrestre en la sociedad humana es abrumadora: miles de testimonios en todo el mundo, películas y fotografías auténticas, seguimientos en radar, avistamientos por pilotos experimentados, huellas físicas, en fin, todo un enorme conjunto concordante de graves indicios que llevan a la misma conclusión: la Tierra está siendo visitada por seres de otros mundos.

Ya no es cuestión de unos cuantos excéntricos. La oleada de informaciones antes reservadas y de opiniones de personas serias y bien informadas no cesa de crecer. Sigeru Ishiva, cuando se desempeñaba como Ministro de Defensa del Japón en un debate en el parlamento, admitió que no hay razones para negar la presencia extraterrestre y que por tanto, es necesario fijar una política definida para hacer frente a un posible contacto. En el mismo sentido se pronunció Paul Hellyer, ex ministro de defensa de Canadá, para quien la humanidad  tiene derecho a conocer la verdad sobre la presencia de seres  del espacio  y sus relaciones con nuestra civilización que, según él, podría obtener grandes beneficios de dicho contacto, que es un hecho cierto.

Por su parte el astronauta de la misión Apolo 14 (1971) Edgar Mitchell insiste en que los ovnis son una realidad, lo mismo que la relación que con los alienígenas han establecido algunos gobiernos de la Tierra. Para Mitchell no hay duda de que ha existido desde hace muchos años una política de encubrimiento por parte de los círculos más poderosos del gobierno de E.U. y de otros gobiernos. Y como si lo anterior no fuera suficiente, el hacker británico Gary Mac Kinnon, quien ha librado una larga batalla legal para evitar su extradición a E.U. ha revelado que al penetrar a los ordenadores de la NASA y de otras agencias del gobierno norteamericano, ha descubierto códigos secretos de comunicación  con naves extraterrestres.

Maurice Chatelain, exjefe de comunicaciones de la NASA, ha reconocido que "todos los vuelos Apolo y Gémini fueron seguidos a distancia o muy de cerca por vehículos espaciales de origen extraterrestre", hecho que en su momento fue severamente censurado. Pero a pesar del secretismo oficial las filtraciones de información procedentes de personas antes vinculadas a las agencias del gobierno norteamericano se hace cada vez más frecuente, hasta el punto de que ahora es posible reunir centenares de páginas sobre tan inquietante asunto.

Con buen sentido común, el famoso cosmólogo S. Hawking ha dicho que es muy peligroso establecer contacto con seres cuyas intenciones desconocemos. Pero lo que posiblemente no sabe el brillante científico es que dicha relación, según múltiples informes, ya se ha establecido con propósitos al parecer muy turbadores. Los llamados 'Grises' que son el tipo más conocido de alienígenas -al parecer procedentes de Zeta Retículi- se interesan  principalmente en experimentos genéticos dirigidos a crear una raza híbrida con los humanos, como lo revelan centenares de testimonios de abducidos (secuestrados) recogidos entre otros muchos investigadores por el destacado psiquiatra y ganador del premio Pulitzer, John  Mack .

Precisamente fue Mack, quien acuñó la expresión shock ontológico para expresar el tremendo impacto que produce el contacto con los desconocidos seres del espacio y el radical cambio de paradigmas científicos, filosóficos y religiosos que implica. "La experiencia de trabajar con secuestrados -son sus palabras- me afectó profundamente. La intensidad de las energías y emociones que entran en juego cuando los secuestrados reviven sus experiencias es muy diferente de todo lo que he encontrado en otros trabajos clínicos... por encima de todo me enseñó a desafiar la cosmovisión o la realidad general imperante en la que creí desde siempre..."

Según muchos otros informes hay gran variedad de seres del espacio visitando la Tierra. El contactado Robert Perala, habla de extraterrestres procedentes de Zeta Retículi, de Las Pléyades, Sirio, Orión Arcturus, o de Andrómeda y todos tienen distintos propósitos y agendas desconocidas aunque algunos, al parecer, procuran ayudar al desenvolvimiento espiritual de la humanidad y  también  a evitar una catástrofe  nuclear o ecológica.

No hay duda. Los planteamientos de la Exopolítica deben ser estudiados con seriedad; es preciso, y seguramente inevitable, que el hombre abandone de una vez por todas su papel provincial en un minúsculo rincón de la Vía Láctea para integrarse a la comunidad de civilizaciones del espacio. Es este el más grande desafío de toda su existencia y el primer paso es aceptar que no estamos solos en el inmenso universo en el que pulula la vida y la inteligencia como había dicho el gran Giordano Bruno.

Por Gonzalo Echeverri Uruburu

FUENTE:ELTIEMPO.COM